Yo le daría el control de mi vida a un niño para que me devolviera, la inocencia, la ilusión, la vitalidad, la alegría, el amor a la vida, la fuerza para seguir adelante a pesar de todo, la sonrisa permanente en los labios, el asombro, el instinto de supervivencia...
Para que se llevará de ella el pesimismo, la desconfianza, la tristeza, la competitividad, el odio, la envidia, el interés, la prepotencia, la crueldad...
¡LA SOLEDAD!.
Haría, hoy, un gran corro donde yo estuviese cogida de la mano con los que sufren por las guerras, la desnutrición, el maltrato, el abuso, el matrimonio impuesto, la ablación, la trata... Y que todo el amor que inunda mi corazón y que sufre por ellos, se convirtiera, de repente, en una gran carpa que les tapara y les protegiera.
Porque, yo pondría mi vida en las manos de un niño y sé que sería el lugar más seguro del mundo.
Yemen, Siria, República Democrática del Congo...
Polio, Desnutrición, Malaria, Sida...
FUTURO
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