lunes, 31 de julio de 2017

Nuevo escenario, Gavà

Con esta entrada paso a demostrar que este Blog es tan caótico como la persona que lo escribe.
Pueden llegar a interesarme los temas más diversos y cuando uno me atrae, le pongo mis cinco sentidos. O seis,  que aunque la intuición siempre se queda fuera, en mi está muy desarrollada. Por eso este post versará sobre una ciudad y la visita realizada a su Museo. Nunca he escrito antes sobre estos temas así que, si sale bien, trasladaré alguna que otra vez mis experiencias como viajera.
Hace unos cuatro meses cambié mi residencia. Había vivido toda mi vida en otra ciudad pero, como ya ha quedado patente y no voy a repetir, hubo un momento en que tuve la absoluta necesidad de dejarlo todo atrás y empezar de nuevo en otro sitio.
Nací al lado del mar y, aunque en Barcelona ciudad y alrededores, estamos bastante cerca, siempre tuve la añoranza de habitar lo más próximo a él que pudiera.
Pero como decía mi madre "los pobres no podemos elegir", ósea, por motivos económicos tuve que cambiar mi idea original de encontrar algo en primera o segunda línea de mar y quedarme en la ciudad propiamente dicha. Para ello elegí Gavà.
Esta es una población que tiene sus propias playas y barrios a pie de costa. Sin embargo yo me quedé en la entrada de la ciudad.
Una vez empecé a vivir aquí descubrí el increíble bagaje histórico que hay en toda la zona.
Asentamiento elegido por infinidad de civilizaciones desde la época prehistórica, el casco urbano es un enorme yacimiento arqueológico al que hay que sumar diferentes otros focos en sus alrededores, igual o más importantes como las minas o, ya entrando el S.XX, el refugio antiaereo.
Y este domingo, cuando realizaba una de mis actividades preferidas, callejear, decidí visitar el Museo.
Ya es destacable el edificio donde está ubicado, villa residencial que data de 1779, con su bonito entorno de jardín y fuente.
Pero lo más increíble es lo que guarda en su interior.
La planta baja está reservada para exposiciones temporales y en la actualidad se muestra la unión histórica de la empresa Roca con Gavà desde hace, ahora, 100 años.

Aquí he descubierto un personaje que me ha llamado poderosamente la atención, Angela Roca i Soler. Pero a ella me la reservo. Quizá escriba algo más largo que un post.
Y cuando accedes a la primera planta, donde se encuentran expuestos muchos de los hallazgos de los diferentes yacimientos, te quedas deslumbrado.
He visto otros muchos museos de este estilo pero este es especial. El recorrido, todo en el mismo espacio, es fácil de seguir. La decoración es sobria y el orden es absoluto, lo suficientemente bien montado como para que no tengas la sensación de apelotonamiento que hay en otros y que te ataca a la percepción no dejándote apreciar cada pieza en su singularidad. Entre estas piezas hay algunas excepcionales por lo bien conservadas y las reproducciones son muy buenas porque nos hacen tener una idea del contexto en el que fueron utilizadas.
Es una visita muy recomendable teniendo en cuenta, además, que la entrada es completamente gratuita.

Para más información :
Ayuntamiento de Gavà: www.gavaciutat.cat
Parque arqueológico Minas de Gavà: www.parcarqueologic.cat







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