domingo, 22 de enero de 2017

MIEDO

Quiero escribir. Cojo la libreta el bolígrafo y empiezo a pensar, sobre que? No se...
Últimamente tengo una sensación extraña. Miro la tele, oigo las noticias, veo los acontecimientos importantes que están pasando los últimos meses. De vez en cuando soy apenas consciente de los movimientos extraños que se suceden rápido en todo el mundo. Lo veo pasar ante mis ojos pero toda esa información me supera y soy apenas capaz de asimilar una parte y de analizar muy poco.
Lo que si siento cada vez es como penetra en mi subconsciente y hace que se altere mi intuición, que se ponga en guardia mi instinto de supervivencia. 
Y eso es consecuencia del miedo. Un miedo intangible que apenas puedo verbalizar, pero que me dice que estamos cayendo por una pendiente hacia una sima profunda y que después de eso vamos a retroceder miles de años. 
Después de la última gran guerra nunca ha habido paz completa. Siempre han habido conflictos, más importantes o menos pero siempre alguno.
Las tragedias humanitarias que estamos viviendo los últimos años, para mi, son algo sin precedentes. Millones de personas que mueren, que huyen dejando atrás todo, incluso seres queridos. 
Generaciones enteras pérdidas entre la muerte o malvivir en campos que no tienen las mínimas condiciones de salubridad que un ser humano necesita. Niños y adolescentes que ven pasar los días perdidos en un limbo que les lleva a la edad adulta ocupados en poder comer y en no morir de frío, calor, enfermedades... 
Y de pronto veo sugir algo... Pero no!!!! No es la solidaridad,  consecuencia lógica de estas tremendas situaciones. Veo nacer la indiferencia,  el egoísmo. Veo comentarios como:
"Pues si se ahogan que no vayan por el mar"
"Nos preocupamos por ellos y no por los pobres de nuestro país" 
Nos volvemos agresivos y en vez de callarnos avergonzados por nuestra incapacidad para implicarnos, para sentir empatia,  nos dedicamos ha calumniar a las únicas personas que si lo hacen.
Y como último paso en la locura colectiva que nos aqueja últimamente, se eligen dirigentes inestables psicologicamente. 
Y aquí es donde entra mi miedo totalmente visceral puesto que no es consecuencia de un análisis racional. Es un sentimiento profundo que aflora como si me subiera la vilis a la boca.
Veo a un grupo de niños malvados que han tomado el control del mundo y ponen en peligro las vidas de todos. Pero no son conscientes porque para ellos es un juego. Se les llena la boca hablando del pueblo, aunque solo es una artimaña para que su ego y sus oídos se llenen de vítores. En realidad la masa no tiene caras, solo es eso, la masa. Muñecos de un futbolin que pueden mover a su antojo, a los que les quitan y les dan dependiendo del humor con el que se levanten.
Y lo malo es que el mundo se está llevando de este tipo de dirigentes. Los ciudadanos nos hemos vuelto como el futuro negro de Aldous Huxley, somos autómatas pidiendo soma. 
Claro que mientras estos locos con el poder en sus manos se lleven bien, estaremos de suerte. En el momento en que se peleen por un muñeco durante el recreo estaremos perdidos!!!!
De repente todos estamos en la cuerda floja. Es como si Hitler hubiera resucitado y gobernara tres cuartas partes del mundo. El defendía la raza aria y ahora tenemos un resurgimiento del orgullo anglosajón!! 
Hace poco hablábamos de globalización y de la unión de todas las razas. Ahora hemos sufrido una catarsis y volvemos al chovinismo, el radicalismo y la supremacía del hombre blanco. 
Si pudiera me bajaría pero, como no puedo, solo me queda esperar y ver con el corazón encogido. Aún así siempre me queda la esperanza de que la cordura vuelva a nuestras cabezas. 

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